Cabrones, cabrones everywhere!

Debo decir que el sentimiento de estar en un lugar que has visto toda tu vida solo a través de imágenes es un sentimiento genial. Hollywood se ha encargado de hacer de este mundo un lugar un tanto ilusorio. Vamos por partes.

Recuerdan alguna de las películas de la momia? Recuerdan como lucía la ciudad de El Cairo en la misma película? Vamos que estamos hablando de una película que está ambientada en la primera década del siglo 20. Y tal vez la película no diste de la realidad de ese entonces, pero hay que ser honestos, cuando uno piensa en Egipto piensa más o menos en un lugar como el mostrado en la película.

El Cairo no es una ciudad llena de camellos y caminos sin pavimentar. Sí que está llena de tierra pero eso es por el mismo aire que carga mucho polvo del desierto. Dicho esto, El cairo es una ciudad más o menos moderna, separada de Giza (en donde están las pirámides) por el gigantesco y contaminado río Nilo. Giza por su parte es una ciudad un poco menos modernizada que Cairo pero igual tiene una apariencia similar a Cairo. Y se preguntarán por qué digo todo esto, pues resulta que las pirámides están en la ciudad! Pero no me mal entiendan, no es que en medio de la ciudad estén las pirámides, están un poco pero solo un poco retiradas del centro de giza. Las pirámides no están en medio del desierto en lo absoluto, hay gente viviendo a menos de 10 minutos a pie de las pirámides, creo que con eso digo todo.

Entonces, entrando a las pirámides o más bien al área que es como un parque muy grande donde están las pirámides, lo primero con lo que te encuentras es con muchísimos vendedores ambulantes  que son unos cabrones que te acosan sin parar para que les compres un viaje a camello o a caballo por un precio elevado y unos pobres caballos que apenas y pueden con su alma. Y los cabroncitos son súper insistentes y no paran hasta que les dices que vas a llamar a la policía.

La estructura que está prácticamente en la entrada es la esfinge, una única pieza de roca tallada, pero descuidada a más no poder. Comprendo que una cosa es mantener la originalidad de los vestigios arqueológicos pero otra es descuidarlos. Vamos que el coliseo romano ha sido restaurado infinidad de veces, las pirámides en México de igual manera, y así muchos otros lugares en el mundo, se restauran para que la gente los siga visitando, aquí al gobierno parece no importarle en lo absoluto. Y pues la esfinge toda descuidada, traté de verle lo bonito y pues solo pude ponerme a pensar en lo difícil y tedioso que es tallar una piedra tan grande, de ahí en fuera no tuve mayor impresión.

Otra cosa fastidiosa es la cantidad exagerada de personas haciendo esas imágenes o selfies cliché besando a la esfinge o una de otras tantas poses. Pero bueno igual ese no es mi asunto. Éramos Ronak, Meghana, Isha y yo caminando juntos hacia las pirámides por el camino que está detrás de la esfinge. En ese trayecto se acercaron más vendedores pidiendo ofreciendo molestamente sus recorridos a caballo, se valen de otras mañas como “dejarse tomar fotos contigo” para luego cobrarte o en el caso de las mujeres obligarlas a subir al camello. Eso fue precisamente lo que hizo con Meghana, ella normalmente es una chica muy linda y calmada, muy buena onda y fácil de llevarse con las personas. En cuanto el tipo intentó cargarla a la fuerza para subirla al camello ella se volvió otra, a punto de darle una cachetada le gritó hasta de lo que se iba a morir, en fin que nunca la había visto tan enojada, ni siquiera la había visto enojada de hecho.

Y seguimos caminando como por 100 metros más y ya estábamos en la pirámide principal que si no me equivoco es la de Keops, la más grande. El tamaño es bastante imponente, más de 150 metros de altura y exageradamente grande en la base. Pero volvemos a lo mismo, a medida en que uno se acerca se puede apreciar el extremo deterioro de las piedras, la gente subiéndose a las pirámides como si nada (está permitido hasta cierta altura) y casi todas las piedras rayadas y grafiteadas por vándalos y personas que nomás no respetan. Los egipcios se quejan a cada rato del decreciente turismo en el país, es neta? Pues si no cuidan los pocos sitios turísticos que tienen no hay ni como ayudarlos.
Ahí mismo en esa primera pirámide hay una horda de niños y niñas queriéndose tomar fotos con medio mundo, o con los turistas mejor dicho. Las primeras dos fotos están bien pero que te rodeen más de 10 y quieran tomarse todos fotos individuales para que luego venga otra horda de niños no está para nada chido. Quiero disfrutar mi bendito paseo carajo!

Después de tomarnos unas fotos nosotros como grupo y discutir más o menos como se construyeron las pirámides sin llegar a ningún acuerdo, nos movimos a la siguiente pirámide caminando por el “desierto”. La segunda es un poco más chica pero te dejan entrar para ver los pasadizos y todo el interior, o al menos eso pensamos. Después de pagar 50 libras, nos metimos al túnel principal de la pirámide para darnos cuenta que todos los demás accesos están restringidos, así que por 50 libras solo se ve un bendito pasillo. Neta que me estaba decepcionando demasiado.

A lado de esa pirámide hay como un cementerio o las ruinas de lo que fuera uno hace unos miles de años. Nos abordó otro tipo que dijo que era guía y nos iba a explicar todo lo que quisiéramos por muy poco dinero. Después de cansarnos de decirle que no y ver que el tipo no se iba, acordamos no darle más de 5 libras cada uno. Y entonces empezó a hablar tanto que me aburrió y yo me separé del grupo tan lejos como pude pero no tanto como para aún saber que andaban cerca. Y no es que el lugar estuviera grande pero tenía varios pasadizos. Y en uno de ellos había demasiadas herramientas como martillos, carretillas, palas, parecía un cuarto de mantenimiento pero al aire libre, otra mala impresión.

Terminamos del mini cementerio y caminamos hacia unas colinas donde se podía apreciar absolutamente todo el lugar e incluso la ciudad, a los pocos minutos se nos acerca un policía diciendo que esa área estaba prohibida porque estaba muy lejos de las pirámides. Bueno que no se puede hacer nada divertido aquí.

Seguimos caminando hacia la colina principal que es donde se llevan a cabo eventos al aire libre como conciertos o cosas así. Lo que sí me gustó es que hay piedras de mármol por todo el lugar. Le da un aspecto bastante blanco a la de por sí clara arena.

Ya estando en la colina se puede apreciar de mejor manera el efecto que tienen las nubes sobre las pirámides. A cada rato la sombra de las nubes cubre a una pirámide a la vez y la hace ver de color casi negro, y de un momento a otro vuelve a su color normal. Eso sí que es impresionante. Para ese entonces ya estábamos los 4 cansados de todo y de todos, así que decidimos apurar el paso para ir a ver la última pirámide de cerca y luego irnos.

Así lo hicimos, después de terminar el recorrido de casi 2 horas y media por nuestra cuenta y ya cansados y un poco decepcionados por no decir bastante, nos dirigimos a la salida donde tuvimos el momento más divertido del día. Allí había uno de los tantos vendedores, pero este tenía la peculiaridad de no vender nada, tenía una técnica de ganar dinero bastante original y honesta. Le gritaba a todo mundo, en ese inglés con marcado acento egipcio tan típico de los locales, una frase que no dejaba indiferente a nadie, y cuando nos acercamos a él lo suficiente también no los gritó: Hey ustedes, quiero su dinero! No vendo nada pero quiero dinero! Igual y andábamos de simples pero nos dio tanta risa a los 4 que decidimos darle unas libras solo para que se fuera con otras personas y seguir viendo como les gritaba a todos lo mismo.

Y en resumidas cuentas esa fue la experiencia en las pirámides. Bastante decepcionante y menos de lo que se podrían imaginar cierto? Precisamente eso fue lo que aprendí ese día, dejar de lado las expectativas y disfrutar las cosas como son. En lo personal siguen sin ser más que viejas estructuras para mí, sí que tienen sus secretos pero a mí me impresionan más las obras de la madre naturaleza. De cualquier manera es un lugar menos para visitar en mi lista y eso se siente genial. Pero reitero, no se hagan expectativas altas de nada, solamente disfruten tal cual son las cosas, ya quedará en ustedes si les gusta o no pero al menos hay que tener la disposición para permitirse conocer las cosas.

Y a partir de ese día fue que empecé a admirar más cosas, y empecé a disfrutar más y mejor los momentos con las personas que me rodeaban. Esos días fueron mucho más placenteros que los anteriores y por mucho. Fue entonces que llegó el día 23 de Diciembre, la noche de ese día junto con Tie y Anirud tomamos un bus al que para mí es el mejor lugar de Egipto.

La idea era pasar 24 de diciembre con otros amigos ahí. Y divertirnos lo que no habíamos podido en Cairo. Después de casi 9 horas de viaje en autobús, varios chequeos militares y una incómoda noche de semi sueño, por fin llegamos a ese pequeño pero atractivo pueblo con calles limpias, edificios de máximo 3 pisos pintados de blanco y tan escasos que no desentonaban con el fondo desértico y montañoso.


Llegamos a Dahab.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los colores del desierto

Un viaje al pasado

Al cabo que ya me quería ir