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Mostrando las entradas de junio, 2016

Tour del adiós

Y pues ya estaba claro, me iba de Egipto y no porque tuviera qué sino porque no sentía que pudiera experimentar mucho más de lo que ya había vivido hasta el momento, obviamente siempre puedes vivir muchas más cosas es solo que en mi caso no veía algo relevante como para quedarme. Y entonces me puse a buscar oportunidades por todos lados, yo quería ir de regreso a Europa pero no estaba necesariamente en mis manos así que solo me quedaba esperar. Afortunadamente al poco tiempo recibí la notificación de interés por parte de una empresa en Hungría y al poco tiempo otra en Turquía. Envíe mis documentos aplicando en ambas oportunidades y sólo me quedo ponerme a esperar por lo mejor, al menos ya tenía opciones de salida lo cual me hizo sentir bastante más tranquilo. Por otro lado, ya solo me quedaba una semana en la empresa. Viajar todos los días en transporte público por 2 horas, ir a aguantar cabroncitos tercos que no querían ver otras opciones y gastarme un buen de dine

Los colores del desierto

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Desierto Negro Dos horas después de haber salido de Cairo no hay nada más que arena y una carretera estrecha en la que esporádicamente pasan camiones de carga bastante grandes tan cerca que mueven la furgoneta lo suficiente como para pensar que nos podemos salir del camino en cualquier momento. Cosa que afortunadamente nunca pasó. Tras sufrir bastante del calor y dormir en la furgoneta por lo aburridos que estábamos por fin llegamos al lugar donde nos iban a recoger las 4x4 para ir al desierto directamente. El lugar es como una cabaña hecha con troncos de palma y techo de paja. Una vez que llegaron las camionetas nos dirigimos al desierto en 3 distintos vehículos que nos llevaban a todos. El camino es llano por todos lados, el contrastante negro del asfalto parte a la mitad un paisaje sin relieves notorios, arena clara de ligero tono amarillo, cielo azul perfectamente despejado y un sol que sin ser extremo es suficiente para causar incomodidad en la piel con la pura r

Gente va gente viene

Entonces estaba entre dos situaciones. La primera era volverme profesor de español porque había surgido la oportunidad en una de las mejores escuelas de Cairo, o aceptar el trabajo en la compañía competencia de Uber.  La primera opción era hacer algo que me gustaba y que conocía perfectamente y además iba a ganar buen dinero, encima de todo quedaba cerca de la casa relativamente. Por el otro lado no iba a aprender algo que me interesara aprender. Dar clases me ha servido mucho en la vida, pero era una etapa que yo consideraba pasada, ya había aprendido de ello lo que necesitaba y hacerlo de nuevo era quedarme estancado de nuevo, al menos por un tiempo. La segunda opción era trabajar en una empresa joven, llena de retos y obstáculos, hacerle competencia a Uber y aprender a desenvolverme en un ambiente de incertidumbre que no conocía. Así que por supuesto elegí esta opción. Al final de cuentas, no soy de los que les gusta quedarse en donde mismo. D