Al cabo que ya me quería ir
Recuerdo
bien ese 1° de Enero, por alguna razón la sensación de ese día era bastante
similar a cuando tienes la sensación de que debe de haber algo, debe de pasar
algo, pero no pasa nada.
Las calles
de Cairo estaban inusualmente vacías, muy pocos coches, pero sin rastro de
fiestas o lo que uno está acostumbrado el primero de enero en México donde aún
se escucha música en las calles y hay un basurero de botellas y desechables por
todos lados. Cairo por su parte se sentía vacío sin nada.
No me quedó
más que ir a visitar a Galyna ese día a su casa para distraernos un rato y yo
hacerle el recuento de los daños de la noche anterior. Salimos a comer, fuimos
a ver a una amiga suya y a ver películas, compré mi despensa y terminé el día
sin mucho que hacer, sinceramente aburrido.Ya más
tarde en la noche me empezaron a llegar mensajes de disculpas por parte de
Karim y sus amigos y me pidieron el número de Leilei para disculparse también
con ella. Igual no me había recuperado moralmente del día anterior, a ver qué
cara le iba a poner a Leilei el día siguiente en la oficina.
Pero todo
fluyó, Leilei dijo que se divirtió mucho muy a pesar de los vómitos, y que
teníamos las puertas abiertas para cualquier otra fiesta, seguro que lo decía
por pura cortesía.
Y entonces
pasó lo inevitable. En cuanto regresaron la mayoría a Cairo después de fin de
año (unos salieron de viaje) decidimos reunirnos e ir al faluca a tomar unas
cervezas como ya se hacía costumbre. Después de terminar la fiesta en el Nilo,
que como siempre nunca duraban más de dos horas, a mí y a otro par se nos
ocurrió la genialísima idea de invitar a las mujeres al departamento para
seguir tomando.
Habíamos
literalmente roto todas las reglas que nos habían puesto hasta entonces menos
la de llevar mujeres. Fumar estaba prohibido y lo hacíamos a diario, tomábamos
cervezas a cada rato, éramos más de 6 en el apartamento, llegábamos en horas no
adecuadas, la mariguana era habitual; pero llevar mujeres estaba muy por encima
en gravedad de las demás. Eso sencillamente va en contra de la cultura
musulmana, es considerado prostitución y por lo tanto condenado.
Pues no nos
importó, ya en un par de semanas se iban a ir prácticamente todos. Pero como yo
era de los que se quedaba, no podíamos hacer eso, al menos no sin planearlo.
Llegamos alrededor de las 3 de la mañana al edificio, no había nadie cuidando
la puerta y les di la señal para que entraran todos al mismo tiempo. Sin hacer
ruido subimos al segundo piso donde estaba el depa. Ya dentro todo el mundo
estaba relajado y comenzamos la “fiesta”.
Estuvimos
jugando solamente uno y tomando vodka, nada del otro mundo. Pero estábamos
pasándola tan bien que se nos olvidó el tiempo. Ya iban a dar las 6 cuando
sugerí que era momento de que se fueran. Las chicas brasileñas fueron las primeras
en moverse. Tomaron sus cosas y se fueron a conseguir un taxi. Nos pidieron que
las acompañáramos, y fuimos Danish y yo los que decidimos hacerlo, que error
tan grande. Cuando salimos del edificio estaba el tipo que cuida la entrada. No
hicimos mucho caso y las seguimos acompañando hasta la parada del taxi. Cuando
regresamos, el tipo de la entrada me pasó el teléfono porque alguien quería
hablar conmigo. Cuando lo tomé, no entendí nada de lo que me dijo el tipo que
hablaba porque me dijo todo en árabe, pero yo sabía exactamente quién era el
que hablaba, era el dueño del depa.
Ya de
regreso al 2° piso, les dije a los demás lo que había pasado y que muy
probablemente íbamos a tener un problema enorme. Pero ya solo quedaban Meghana
(la chica de la India), Eve (Kenia), Victoria (Colombia) y los hombres.
Seguimos platicando sin mucha preocupación de anticipación de lo que vendría
después. Sonó el timbre del departamento, todos se quedaron paralizados y fui
yo a la puerta, les dije que se encerraran todos en el cuarto. Cuando llegué a
la puerta y me asomé por la mirilla, vi al dueño del departamento. No tenía
idea de que iba a decir.
Me desaliñé
tanto pude para hacerme el recién levantado. Cuando abrí la puerta de inmediato
se metió mirando en todas direcciones en busca de pruebas, venía acompañado del
puto soplón de la entrada. Tomó su teléfono, llamó a uno de los encargados de
nuestra organización y me pasó el teléfono. Me empezó a interrogar sobre lo que
habíamos hecho, di tan pocas respuestas como pude sin que funcionara muy bien.
Luego el dueño, con un inglés simple, me dijo “los quiero a ti y a todos fuera
de mi apartamento en 10 min o llamo a la policía”. Era en serio? Jueputa como
creía que íbamos a hacer eso?
Fui al
cuarto y les dije a todos, les dije a las mujeres que se callaran. En ese
momento Rodrigo salió rápido de la habitación diciendo que él se encargaba. Rodrigo
generalmente era un tipo diplomático, pero a veces muy terco. En menos de 5 min
ya estaba levantando la voz con el dueño del apartamento, luego de discutir
bastante por fin logró a base de terquedad sacar al dueño para que nos diera
tiempo de empacar, las chicas aún estaban ahí.
Sin
embargo, no se había resuelto ningún problema, nos habían echado del
apartamento. No tardaron los tipos de la organización en empezar a llamar a
nuestros teléfonos y regañarnos, y yo tenía que ir al trabajo. Empaqué mis
cosas y cuando terminé me fui a trabajar sin hacer mucho escándalo del asunto,
solo le encargué a Rodrigo mis cosas y que se llevaran todo lo que pudieran, al
fin que estábamos técnicamente en la calle.
En el
trabajo no pude concentrarme en pensar en otra cosa que no fuera el conseguir
un lugar para pasar la noche. Recibí varias llamadas de la organización para
dar explicaciones y demás, pero igual no di mucha información. Le pregunté a
algunas personas en la oficina que era lo peor que podía pasar, pero al menos
me aliviaron diciendo que si la policía no había llegado y no había pruebas
claras entonces nada iba a pasar. Un problema menos, ahora solo faltaba
resolver el asunto del alojamiento.
Yo no soy
de andar cobrando favores ni mucho menos, pero si había alguien que me debía
algo ese era Karim (el que vomitó en la fiesta). Le escribí explicándole el
problema y le pregunté si me podía quedar unos días en su casa en lo que
conseguía algo, no me puso ningún pero aunque realmente fue por ser buena onda
más que porque me debiera algo. Esa misma noche fui por mis cosas al
apartamento de las mujeres (ahí las habían llevado) y me fui a casa de Karim. Me
sentía mucho más tranquilo porque al menos tenía un techo en donde dormir esa
noche. Jamás había experimentado esa sensación de no tener literalmente una
cama en donde dormir, es bastante desesperante.
El
siguiente día, en una reunión con los demás, supe que se estaban quedando en un
hostal en el centro de la ciudad, pero estaban pagando algo así como 250 pesos
por noche que es bastante. El problema fue que no solamente nos quedamos sin
departamento sino que dejamos sin depa a los otros chicos que andaban de viaje
pues ellos no tuvieron nada que ver. Habían 2 que no tenían dinero, Mike (el
otro mexicano) y Danish.
Como buen
compatriota, le dije a Mike que no había pedo que se fuera conmigo a casa de
Karim igual que Danish. Danish solo se quedaría una noche pues su proyecto
todavía continuaba y se iba de viaje al siguiente día. Nos quedamos entonces
Mike y yo en el departamento de Karim con quien no tardamos nada en llevarnos
súper bien.
La semana
pasó rápido, yo en el trabajo solo duraba porque definitivamente era muy
aburrido lo que hacía, tanto que se me notaba nomás al llegar a la oficina. Yo
ya solo quería viajar y olvidarme de todo lo sucedido. El segundo fin de semana
de hecho me fui a un lugar muy recomendado por muchos egipcios, el lugar se
llama Fayum.
A ese viaje
fui básicamente porque me dijeron que era para hacer Sandboarding (como esquí
pero en la arena) y porque había unas cascadas bastante buenas. A ese viaje fui
con Daanish (uno de los indios que vivía en mi depa), Babi (sí así se llama,
brasileña), Beatriz (brasileña), Adriana (otra brasileña, obsesionada con las
de ella misma) y Mike que después de todo se había vuelto mi compadre.
El viaje
fue un fiasco, las dunas estaban super pequeñas, la cascada no medía más de 5
metros de altura y estaba toda contaminada, hasta salía un chingo de espuma del
agua claramente cargada con detergentes. Y el “gran lago” era un lago super
frío con aguas verdes y nada profundo porque los tipos que nos empujaban lo
hacían dentro del agua -_-
Solo nos
fuimos a llenar de tierra en ese viaje que sinceramente no valió la pena, pero
bueno al menos conocí otra parte de Egipto ¿no? Más arena para variar.
Encima de
todo, el calvario en Egipto estaba lejos de acabar, las cosas se volvieron a
poner feas para la segunda semana, era jueves y último día de la semana
laboral; creo que ya lo había dicho pero lo repito, en los países musulmanes se
trabaja de domingo a jueves. Ese día estaba en el trabajo, pero tenía me sentía
extraño, como de esas veces que todos saben algo menos tú. Ya hacía unos días había recibido un fuerte
regaño por parte del jefe porque en una de mis presentaciones dije que las
calles de Egipto están normalmente llenas de basura, vamos que no dije nada que
no fuera verdad! Pero para el jefe eso fue una ofensa grave que me dijo que
para la otra no me la iba a pasar, el tipo era un patriota bastante celoso de
su tierra. Y efectivamente no volvería a pasar.
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