Mi primer viaje en Tren
Las semanas pasaban
y yo simplemente me aburria.
Ksenia
desgraciadamente se fue de regreso a Rusia cuando apenas estábamos
comenzando algo. Christina se regresó a Austria y así como así me
quedé prácticamente sin amigos, solamente quedaba Abi que se la
pasaba con su novio Indio y más nadie, con los de la oficina no era
muy allegado así que no había muchos conocidos que me quedaran en
India.
Comencé a salir
oficialmente con Mila poco después,así que los fines de semana me
la pasaba con ella. Los fines de semana se convirtieron en algo
realmente codiciado para mí pues sencillamente se trataba de ir a su
depa, salíamos a algún lado y en la noche me quedaba a dormir con
ella, bastante cómodo el asunto pero de ahí en fuera no había más
diversión.
Dado el hecho de que
no tenía mas que un par de amigos indios, mi nueva rutina se
convirtió en un lunes a viernes de trabajo y sábados y domingos con
Mila. Poco a poco me fui dando cuenta de que a pesar de que no estaba
mal el asunto, me estaba sencillamente deprimiendo por la falta de
emociones en la vida.
Iba al trabajo sin
ganas y como un robot solamente a repetir lo mismo todos los días,
hablaba por messenger con Mila más por costumbre que por otra cosa y
lo peor de todo es que no me daba cuenta en ese momento hasta que un
día me fui de viaje a Goa.
Trenes en la India, ¿qué pueden tener de raro?
Salí el viernes por
la noche del trabajo y me fui en chinga a la estación de tren pues
había quedado con Mila de que nos íbamos a ver ahí para irnos a
Goa. Llegué justo a la hora que partía el tren pero resulta que se
había retrasado de por sí 1 hora y media, empezabamos bien!
Nos fuimos a cenar
algo aprovechando la demora del tren, nos pusimos a platicar y luego
regresamos a la estación nomás para esperar el tren.
Poco antes de que
llegara el tren, le preguntamos a un chavo que estaba cerca de
nosotros si estábamos en la plataforma correcta (solo para
asegurarnos), le dimos el cel en el que teníamos los boletos para
que checara y nos dijo que estábamos en lista de espera, qué?
Pues sí, resulta
que cuando compras los boletos para los trenes hay una pequeña
partecita en donde te indican que hay boletos disponibles o estás en
espera. Cuando Mila compró los boletos no se dio cuenta de eso.
Afortunadamente el tipo nos ayudo a checar en la página si se habían
corrido los lugares, nosotros teníamos los boletos 51 y 52 en
espera, para nuestra suerte se corrieron lo suficiente y teníamos
lugares.
Llegó el tren, nos
subimos y bueno, definitivamente no era lo que me imaginaba. Nosotros
estábamos en clase “sleeper” que son los trenes en los que en
vez de asientos hay “camas” y por camas me refiero a muchas
literas metálicas, 3 por compartimento que por cierto no están
divididos, y los “colchones” son del mismo material de plástico
que los asientos de cualquier autobus urbano, osea nada cómodas y el
viaje era por 12 horas.
A pesar de todo pude
dormir “bien”. Pero si hay algo que me dejó impactado era la
suciedad del tren, o al menos en la clase en la que estábamos, y la
poca importancia que le daban los indios al tema. Tan era así que
muchos caminaban descalzos en los pasillos. Para mi mala suerte, mi
cabeza quedaba en completamente en frente de los pies de un indio que
por cierto son los pies más sucios que he visto.
Fantasmas en el tren
Pues como comenté,
los trenes son bastante antiguos, ya ni los de ferrosur están tan
feos, y sin embargo se mueven…
Ya en la mañana, me
desperté debido al escándalo que había en el tren. Cuando me quité
la sábana que traía conmigo noté que prácticamente toda la gente
estaba despierta. Unos comiendo (con los dedos), otros caminando de
un lado para otro en el tren (sí, descalzos), otros asomándose por
las puertas (abiertas) del vagón y en general un desmadre en el
tren. Pero la situación curiosa empezaba cuando pasabamos los
túneles.
El tren se dirigía
por primera vez (desde que me levante) hacia un tunel y de pronto
todo se tornó oscuro, no se veía absolutamente nada. Solamente se
escuchaban los murmullos de las personas, las ruedas del tren sobre
las vías con ese característico e inconfundible sonido que hacen
los trenes y de pronto…
Todo el mundo estaba
aullando, así como en las películas en las que las tribus antiguas
aullaban antes de ir a la guerra, era algo más o menos parecido. En
un primer momento me exalté con un poco de miedo más por confusión
que por otra cosa. No tenía ni la más mínima idea de lo que estaba
ocurriendo hasta que al fin salimos del tunel.
Me quedé mirando a
un indio con mi cara toda confundida con una ceja levantada que
demostraba mi desconcierto, creo que entendió el hecho de que era la
primera vez experimentaba tal situación. De inmediato le pregunté
que había sido eso. Pues resulta que los indios, tan supersticiosos
como siempre, hacen esos sonidos para espantar a todos los espiritus
que puedan acechar al tren en la oscuridad y causar algún daño, lo
normal…
Goa al fin.
Pasadas casi 12
horas en el tren, varios túneles (con aullidos incluidos), paradas
super random en mini estaciones donde había un chingo de vendedores
ambulantes de comida con los típicos desayunos como Idlis o dosas,
olores extraños y a veces fétidos jugandole malas pasadas a mi
nariz a veces y bonitos paisajes apreciados por la extrema lentitud
con la que andaba el tren por algunos tramos al fin llegamos a Goa.
A final de cuentas
mi primer viaje en tren en la India no había sido tan malo, un
montón de experiencias en un corto lapso de tiempo y al menos aún
tenía todas mis pertenencias conmigo que era lo que más me
preocupaba al principio.
Nos bajamos del tren
y salimos de la estación tan rápido como pudimos para tomar un
transporte a algún pueblo cercano a la playa. La verdad es que no
teníamos ningún plan definido así que lo primero que hicimos fue
ir a preguntar a un lugar donde rentaban motos para ver si nos podían
rentar algunas pero esta vez se pusieron rebeldes y no nos rentaron
ninguna.
Tuvimos que tomar un
autobus que nos llevaba a una pequeña población llamada Cavelossim,
elegimos este lugar entre las cientos de playas que tiene Goa porque
había visto en internet que eran playas buenas y calmadas.
Una hora después y
habiendo atravesado muchos pueblitos sumergidos en una intensa
vegetación típica de cualquier zona tropical llegamos a Cavelossim.
Lo primero que noté es que todo en este pueblo estaba en Ruso, sí
en ruso. La situación en Goa es que es una de las regiones más
frecuentadas por turistas extranjeros en la India y por los indios
mismos (a ellos les vale un poquito madres el Taj Mahal).
Goa como tal es un
lugar de fiesta, bares, hippies, drogas, turismo “alternativo”,
definitivamente un lugar al que acuden los jóvenes que visitan India
y tienen ganas de irse de fiesta. Tiene sus cosas buenas como el
hecho de que la arquitectura de la mayoría de los pueblos es
Portuguesa de la época de la conquista (a los indios los
conquistaron un chingo de países).
A pesar de toda su
fama la verdad es que me decepcioné un poco de lo que vi, de tantas
referencias hacia este lugar y muchas fotos en internet yo esperaba
algo maravilloso pero ver las playas como las vi sencillamente no era
lo que esperaba...
Una playa cualquiera en Goa | Flickr : Swaminathan |
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